Alfredo Javier González Rivera
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Es extraño pensar en estos días cosas a las que nos remite Ana Lidia García Peña en su libro El fracaso del Amor, ya que en él nos habla de los constantes abusos que sufrían las mujeres, nos habla también de cómo los hombres suponían cierta superioridad sobre su compañera a la cual no le quedaba remedio más que callar.
Hoy en día hay leyes que protegen a las mujeres de los maltratos, de hecho tengo una anécdota que mi madre me contó. Mi madre Ma. Eugenia Rivera de la Mora trabajaba en el D.I.F. del la ciudad de Puebla en la década de los noventas, y me cuenta que un día llega al departamento de abusos familiares un señor víctima del abuso de su esposa, cosa que sorprendió a todos los presentes ya que no es normal que llegue un hombre víctima de su esposa. Cuenta mi madre que al salir del lugar el señor, la mayoría de compañeras empezaron a reírse del caso, sorprendidas de la denuncia que se había presentado.
Esto nos hace pensar cómo han cambiado las cosas, antes la ley permitía pegarles y abusar de las esposas, si es que se portaban mal, claro que la ley especificaba que sin llegar a ponerlas en peligro de muerte, cosa que no era gran diferencia.
La revolución femenina ha llegado muy lejos ya aunque las mujeres no son tomadas en cuenta igual que los hombres aún, eso no se vislumbra en un futuro muy lejano.
Ana Lidia García Peña
El fracaso del amor, género e individualismo en el siglo XIX mexicano.
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