jueves, 8 de marzo de 2007

Oro negro

Jonathan Estrella

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Son ya más de 50 años, desde que el General Lázaro Cárdenas expropio, el 18 de marzo de 1938, la industria petrolera del país, en ese entonces controlado por empresas extranjeras.

Debemos recordar que en ese entonces la expropiación fue consecuencia de una inconformidad de los obreros que trabajaban para estas empresas. Si analizamos rápidamente la decisión tomada por el General Lázaro Cárdenas, podríamos pensar que fue lo mejor, y en efecto lo fue, pero analicemos un poco todos los problemas inmediatos que se generaron al tomar dicha decisión. Primero, al expropiar toda la infraestructura, se cometió el gran error de no investigar quienes eran los encargados de controlar y manejar toda esta infraestructura, haciendo un especial énfasis en la maquinaria, la cual era manejada por manos extranjeras, y al expropiarla, la gente que operaba dichas maquinarias se fue junto con sus compañías, dejando por un tiempo inoperadas algunas instalaciones. La segunda problemática fue un miedo hacia la inversión en México, inversionistas extranjeros no veían ventaja alguna en invertir en tierras mexicanas, eh inclusive algunos inversionistas veían altamente riesgoso invertir en México, sumemos a este temor, la crisis económica estadounidense. Esta reducción en la inversión provocó un menor número de empleos, así como un atraso tecnológico al no introducir al mercado nuevos productos. La tercera problemática, y probablemente la mas catastrófica, fue crear una dependencia a la industria petrolera. Esta dependencia la seguimos acarreando en la actualidad. No es posible que en México se crea que las reservas durarán para siempre, o que al terminarse se hallará una nueva fuente de ingresos, cuando ni siquiera se destinan recursos a la investigación de nuevas fuentes energéticas, el gobierno y la población mexicana debe de estar conciente de esta problemática, y buscar nuevas fuentes de ingresos para no sentir de golpe el desequilibrio económico que esto causará no solo en México, sino a nivel mundial, y no solo en el petróleo, sino que en todos los productos que necesiten de este recurso fósil.

Revista

Petróleo y electricidad, num. 108, inversión para proyectos de PEMEX

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